Todos la tenemos difícil en la vida, por motivos diferentes. Es imposible establecer parámetros para establecer quién la tiene peor. Y además es absurdo e inútil. A nadie le sirve de nada. Cada uno carga con su cruz lo mejor que puede. Esto enseña Charlie en «Las ventajas de ser invisible», este adolescente peculiar que comienza a involucrarse en el mundo, a conocer gente y vivir experiencias; salir de un caparazón que él mismo creó, y que ni siquiera él sabe por qué, sino hasta el final del libro.
En esta novela epistolar, Charlie le escribe a un amigo anónimo, y le cuenta todos sus sentimientos, pensamientos, y devenires de su vida cotidiana. Su mejor amigo del colegio se suicidó hace poco. No tiene otras amistades, y no le es nada fácil conseguirlas. Se pasa la mayor parte de su tiempo leyendo, alienado en mundos literarios donde es fácil existir: los que actúan son los personajes de los libros, por ende el lector está a salvo, protegido. Nada puede hacerle daño. Pero no se puede vivir así por mucho más tiempo.
Al fin arriban a su vida nuevas amistades, que comienzan a proveer a Charlie de nuevas vivencias. Algunas incluso demasiado prematuras para un chico de 15 años. Pero esas son las experiencias que le tocan en suerte. A este chico que lee libros como ‘En el camino’ de Kerouac, y ‘Matar un ruiseñor’ de Lee. Cuya banda de sonido cotidiana merodea entre The Smiths, los Beatles, Bowie, Nirvana y Suzanne Vega. Tiene que ser un chico diferente, inevitablemente. Y encuentra un grupo diferente con el que vivir experiencias diferentes. Un grupo que interpreta todas las semanas la película de culto ‘The rocky horror picture show’. Nada predecible puede salir de esa mezcla.
De repente aparecen en la vida de Charlie sus problemas psicológicos, sus regresiones a la infancia, el sexo o la idea de él, algunas drogas, el alcohol, la violencia, y la amistad. Siempre protagonista debajo de todo lo demás… la amistad.
Literatura juvenil, para no tan jóvenes. La novela fue llevada al cine en el 2012, adaptada y dirigida por Stephen Chbosky, autor del libro, por lo que es muy fiel a la misma. Es una novela que se puede leer en la playa. Se puede ver la película después y ponerle cara a tan bellos personajes como son Sam y Patrick, que toman vida en Emma Watson y Ezra Miller. Se puede leer después de haber visto la película, sólo si te gustó mucho la historia. Si sos un marginado, alguna vez lo fuiste, o te sentiste así, tenés que leer las ventajas de ser invisible.